La violencia entre hombres y mujeres tiene numerosos efectos negativos en la vida cotidiana y constituye un problema grave, omnipresente y de muy difícil erradicación. La violencia que de forma mayoritaria ejercen los hombres (agresores) sobre las mujeres (víctimas) se concreta sobre. todo en dos ámbitos muy interrelacionados: la violencia contra la mujer en el seno de la pareja y la violencia sexual. De estos dos tipos de violencia en toda su extensión, es decir, refiriéndose a los agresores, a las víctimas y a sus relaciones mutuas, se ocupa, en clave psicológica, este libro. La primera forma de violencia que trata (la violencia de pareja) es bien sabido que se articula en torno a las relaciones sentimentales e incluye muchas veces a la segunda (la violencia sexual), mientras que esta última es un tipo de violencia en la que, paradójicamente, no predominan siempre las motivaciones sexuales a pesar de las simples apariencias.
En ambos tipos de sucesos violentos podemos encontrar que no siempre y de forma exclusiva los que ejercen la acción violenta son hombres y quienes la sufren son mujeres (y esto es motivo de convicciones y discusiones generalmente privadas), pero la desproporción es tan grande, muy grande, que es casi como si lo fuera.
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